Los precursores
de la aviación fueron verdaderos héroes, tal es el caso de Otto Lilienthal,
quien estudiando el vuelo de los pájaros, realiza más de 2.000 vuelos en
planeadores a partir de 1891 con un planeador al que llama Derwitzer; Lilienthal
contribuye enormemente con su experiencias en vuelos en la creación de futuras
aeronaves.
En 1896 sufre un grave accidente que lo precipitó
desde 17 metros de altura partiéndose la columna vertebral, al día siguiente
fallece en una clínica de Berlín, pronunciando una testamentaria frase: "Opfer müssen gebracht werden!" ("¡Es necesario que haya sacrificios!").
El avance de la tecnología y la llegada de los motores
de combustión interna, construidos por primera vez por el francés Etienne
Lenoir en 1863, propiciaron que intrépidos emprendedores construyan y logran el
primer vuelo en un aeroplano con motor.
El 17 de diciembre de 1903, en
Kitty Hawk (Carolina del Norte), los hermanos Wilbur y Orville Wright fueron
los primeros en volar con un biplano propulsado por un motor de combustión
interna de 12 caballos de potencia. El aparato de 342 kilogramos de peso,
alcanzó una velocidad de 13,5 m/s, voló durante 12 segundos y logró recorrer 37
metros.
La trascendencia de la proeza de los
Wright pasa inicialmente desapercibida para la mayoría de los medios de prensa
que desestiman su publicación o en algún caso como el de la agencia Associated
Press la incluyen semanas más tarde como una breve mención sin mayores comentarios.
Los hermanos Wilbur y Orville Wright continúan
perfeccionado el avión llamado Flyer. En la primavera de 1904 han construido
uno más grande y robusto con un motor de 16 caballos de fuerza; con las
continuas pruebas realizadas adquieren gran pericia y experiencia en el
pilotaje. Así el 9 de noviembre de 1904, superan los cinco minutos de vuelo y
recorren 4,600 metros.
Los intentos de registrar las
patentes de su invento ante la Oficina de Patentes de los EE.UU. obligan a los
Wright a invertir crecientes recursos económicos y legales a lo largo de los próximos
tres años.
En 1905 los Wright
demuestran en Dayton, Ohio, con su modelo Flyer III disponer de un avión
confiable al volar durante 38 minutos estableciendo un nuevo récord mundial de
tiempo en vuelo.
Un nuevo avance fue el del brasilero
Alberto Santos-Dumont que en 1906 realizó públicamente el primer vuelo de un
avión que podía volar por sus propios medios, a diferencia del de los hermanos
Wright, que precisaba la ayuda externa de una catapulta para poder iniciar el
vuelo.
Una figura importante entre los diseñadores,
fabricantes y pilotos estadounidenses fue Glenn Hammond Curtiss, de
Hammondsport, Nueva York. En 1907 realizó en solitario un vuelo en el dirigible
construido por Thomas Baldwin, propulsado por un motor de motocicleta de la
fábrica de Curtiss que él mismo había modificado.
En mayo siguiente Curtiss voló, también en
solitario, el aeroplano diseñado y fabricado por un grupo conocido como la
Asociación de Experimentos Aéreos, organizada por Alexander Graham Bell. Curtiss
era uno de sus cinco miembros. Con su tercer avión, el June Bug, el 4 de julio
de 1908 Curtiss cubrió la distancia de 1.552 metros en 42,5 segundos y ganó el
Trofeo Científico Americano, primer premio estadounidense concedido al vuelo de
un avión.
El pionero en cruzar el Canal de la Mancha
fue el ingeniero y piloto francés Louis Blériot. El día 25 de julio de 1909,
durante 35,5 minutos recorrió 37 kilómetros, desde Calais (Francia), a Dover (Inglaterra),
en un avión monoplano diseñado y fabricado por él mismo.
El transporte aéreo de correo se aprobó
oficialmente en Estados Unidos en el año 1911 y se realizó el primer vuelo el
23 de septiembre.
El piloto Earle Ovington llevó el saco de
correos en sus rodillas en un vuelo que tan sólo duró 5 minutos y recorrió los
8 kilómetros que hay entre el bulevar Nassau y Mineola, ambos en Long Island (Nueva
York). Ovington lanzó el saco sobre Mineola, donde fue recogido y trasladado a
la oficina de correos. El servicio duró sólo una semana.
En 1915 se realizan las primeras pruebas
con un avión fabricado enteramente de metal y en 1919 se realiza el primer
vuelo trasatlántico con escalas entre Canadá e Irlanda. Ocho años más tarde se
da el mítico vuelo en solitario de Charles Lindbergh desde Nueva York a París
sin escalas.
Durante los años posteriores a la Primera
Guerra Mundial se realizaron grandes progresos tanto en el diseño de los
aeroplanos como de los motores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario